Jubilación y trabajo por cuenta propia: ¿Es posible compatibilizarlos?

Asesoría laboral
Autónomo y jubilación

La jubilación no siempre marca el final de la vida laboral. Cada vez más personas, ya sea por necesidad económica, por pasión por su trabajo o por el deseo de mantenerse activas, deciden seguir trabajando después de jubilarse. Pero surge una pregunta clave: ¿es posible compatibilizar la pensión de jubilación con el trabajo por cuenta propia?

La normativa actual permite, en determinados casos, seguir realizando actividades económicas tras la jubilación sin renunciar completamente a la pensión. Sin embargo, existen condiciones y limitaciones que es fundamental conocer para evitar problemas legales y optimizar tanto los ingresos como los beneficios fiscales. En este artículo te explicamos las diferentes opciones legales disponibles, los requisitos que debes cumplir y cómo afecta esta situación a tu pensión y obligaciones fiscales.

¿Qué dice la ley sobre trabajar después de la jubilación?

La legislación española ofrece varias alternativas para compatibilizar la pensión de jubilación con el trabajo por cuenta propia, aunque no todos los jubilados pueden acceder a estas opciones. El sistema distingue entre situaciones en las que es posible percibir la pensión completa o solo un porcentaje de ella, dependiendo del tipo de jubilación y la actividad realizada.

La normativa permite que los autónomos puedan seguir trabajando tras la jubilación bajo la modalidad de jubilación activa, siempre que se cumplan ciertos requisitos, como haber accedido a la jubilación ordinaria y haber alcanzado el 100% de la base reguladora. En este escenario, el trabajador autónomo puede seguir facturando y, al mismo tiempo, recibir el 50% de su pensión de jubilación.

Por otro lado, en casos de jubilación flexible o jubilación parcial, también se permite seguir realizando actividad laboral, aunque con condiciones específicas en cuanto a horas trabajadas o reducción proporcional de la pensión. Es importante destacar que trabajar tras la jubilación sin cumplir los requisitos legales puede acarrear sanciones y la pérdida de la pensión.

Tipos de jubilación y su relación con el trabajo por cuenta propia

La compatibilidad entre pensión y trabajo por cuenta propia depende del tipo de jubilación que se haya solicitado. Estas son las modalidades más comunes y cómo afectan al desarrollo de una actividad profesional tras la jubilación:

  • Jubilación ordinaria: Es la jubilación estándar que se solicita al cumplir la edad legal y reunir el período mínimo de cotización. Por norma general, esta jubilación es incompatible con cualquier actividad laboral remunerada, salvo si se opta por la jubilación activa o parcial.
  • Jubilación activa: Permite compatibilizar la pensión con una actividad económica por cuenta propia o ajena, recibiendo el 50% de la pensión mientras se sigue trabajando. Si el autónomo tiene empleados contratados, puede llegar a percibir el 100% de la pensión. Esta modalidad es muy atractiva para empresarios o profesionales que desean seguir gestionando su negocio sin renunciar a la pensión.
  • Jubilación flexible: En esta modalidad, el jubilado puede reincorporarse parcialmente al trabajo, con una reducción de jornada que oscila entre el 25% y el 50%. La pensión se reduce proporcionalmente al porcentaje de jornada laboral asumida.
  • Jubilación parcial: Permite acceder a la jubilación antes de la edad legal combinándola con un contrato a tiempo parcial. Normalmente, esta opción se utiliza en el ámbito de las empresas, cuando se pactan relevos generacionales y el trabajador reduce su jornada de manera progresiva hasta la jubilación completa.

¿Cómo se calcula la pensión si sigues trabajando?

Cuando decides compatibilizar la pensión con el trabajo por cuenta propia, es fundamental entender cómo se calcula la cuantía de la pensión que recibirás mientras sigues generando ingresos. La normativa establece que, dependiendo de la modalidad de jubilación elegida, podrás recibir la totalidad o solo un porcentaje de tu pensión.

En el caso de la jubilación activa, se permite cobrar el 50% de la pensión mientras se realiza una actividad económica. Sin embargo, si el autónomo tiene al menos un trabajador contratado, podrá seguir percibiendo el 100% de la pensión. Es importante tener en cuenta que, aunque se reciba solo un porcentaje de la pensión, las cotizaciones continúan siendo obligatorias durante la actividad laboral.

Por otro lado, si se opta por la jubilación flexible, la pensión se reduce de forma proporcional a la jornada laboral realizada. Por ejemplo, si el jubilado trabaja un 30% de la jornada completa, recibirá el 70% de su pensión durante ese periodo.

En todos los casos, las cotizaciones realizadas durante la actividad posterior a la jubilación se tienen en cuenta y pueden generar un reajuste de la pensión una vez que se cese definitivamente la actividad laboral. Por ello, es recomendable revisar periódicamente la situación con un asesor para asegurar que se está optimizando tanto la pensión como los ingresos derivados del trabajo por cuenta propia.

Beneficios y riesgos de seguir trabajando tras la jubilación

Compatibilizar la pensión con el trabajo por cuenta propia puede ofrecer importantes beneficios económicos y fiscales, pero también conlleva ciertos riesgos que deben ser considerados antes de tomar una decisión.

Beneficios:

  • Ingresos adicionales: Permite aumentar los ingresos mensuales combinando la pensión con los beneficios derivados de la actividad profesional.
  • Actualización de la pensión: Las cotizaciones realizadas tras la jubilación pueden aumentar la cuantía final de la pensión al cesar definitivamente la actividad.
  • Flexibilidad laboral: Las modalidades de jubilación activa y flexible permiten seguir trabajando sin las mismas exigencias que antes de jubilarse.
  • Fomento del emprendimiento: Esta opción es ideal para profesionales que desean iniciar un proyecto propio tras su jubilación o continuar gestionando su negocio.

Riesgos:

  • Límites de ingresos: En algunas modalidades, superar los límites establecidos puede acarrear la pérdida de la pensión o sanciones económicas.
  • Obligaciones fiscales y de cotización: Aunque se esté jubilado, la actividad económica conlleva obligaciones fiscales y de cotización que deben ser gestionadas correctamente.
  • Sanciones por incumplimiento: Trabajar de forma ilegal sin comunicarlo a la Seguridad Social puede implicar sanciones, devolución de la pensión recibida y recargos económicos.
  • Impacto en la fiscalidad global: Combinar pensión e ingresos laborales puede influir en el tramo del IRPF, afectando al total de impuestos a pagar.

Requisitos para compatibilizar jubilación y trabajo autónomo

Para poder compatibilizar la pensión de jubilación con el trabajo por cuenta propia, es necesario cumplir una serie de requisitos establecidos por la legislación española. No todas las personas jubiladas pueden acceder automáticamente a esta opción, por lo que es esencial asegurarse de cumplir con los siguientes criterios:

  1. Acceso a la jubilación ordinaria: Es imprescindible haber alcanzado la edad legal de jubilación y haber cotizado el tiempo mínimo requerido (actualmente, 15 años, con al menos 2 años en los últimos 15 antes de la jubilación).

  2. Cobro del 100% de la base reguladora: Para acceder a la jubilación activa y poder compatibilizar la pensión con la actividad laboral, es necesario haber alcanzado el 100% de la base reguladora.

  3. Alta en la Seguridad Social: Si se opta por seguir trabajando como autónomo, es obligatorio mantener el alta en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) y seguir cotizando durante la actividad laboral.

  4. Declaración de compatibilidad: Es necesario notificar a la Seguridad Social la intención de compatibilizar la jubilación con el trabajo por cuenta propia para evitar sanciones y asegurar la correcta gestión de la pensión.

  5. Límites de ingresos (en algunos casos): Aunque en la jubilación activa no hay límites de ingresos, en la jubilación parcial o flexible sí existen restricciones sobre los porcentajes de jornada laboral permitidos y los ingresos generados.

  6. Cumplimiento de obligaciones fiscales: A pesar de estar jubilado, el autónomo debe seguir cumpliendo con sus obligaciones fiscales habituales, como el pago del IVA, IRPF y presentación de declaraciones trimestrales.

Conclusión: La importancia de la prevención en la gestión empresarial

Compatibilizar la jubilación con el trabajo por cuenta propia es una opción totalmente viable bajo ciertas condiciones legales y puede ofrecer importantes beneficios económicos y personales. Ya sea por el deseo de mantenerse activo, emprender nuevos proyectos o simplemente complementar los ingresos de la pensión, existen modalidades como la jubilación activa, la jubilación flexible o la jubilación parcial que permiten a los jubilados seguir trabajando sin renunciar completamente a su pensión.

Sin embargo, es fundamental conocer los requisitos legales, las obligaciones fiscales y los posibles riesgos que conlleva esta compatibilidad. Un mal asesoramiento o el incumplimiento de las normativas puede derivar en sanciones económicas, pérdida de derechos o complicaciones fiscales.

En Fiscalis te ofrecemos el asesoramiento especializado que necesitas para tomar la mejor decisión según tu situación personal y profesional. Si estás pensando en seguir trabajando tras la jubilación o ya lo haces y tienes dudas sobre tus obligaciones legales y fiscales, contacta con nosotros. Te ayudaremos a optimizar tus ingresos y a cumplir con todos los trámites necesarios para que puedas disfrutar de tu jubilación sin complicaciones.

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