
Cómo afecta tu declaración si has trabajado en el extranjero (o teletrabajado desde otro país)
Fiscalis
abril 16, 2025
Asesoría fiscal
Fiscalis
abril 16, 2025
Cada vez es más común trabajar para empresas extranjeras, teletrabajar desde otro país o incluso combinar periodos de residencia fuera de España con ingresos nacionales. Y aunque estas situaciones ofrecen libertad y nuevas oportunidades, también traen consigo una pregunta clave:
¿cómo afecta esto a tu declaración de la renta?
Muchos trabajadores remotos, expatriados o nómadas digitales desconocen si deben tributar en España, en el país donde residen o en ambos. En este artículo te explicamos cómo gestionar tu renta si has trabajado en el extranjero o desde el extranjero, qué impuestos debes tener en cuenta y cómo evitar la doble tributación.
El hecho de haber trabajado en el extranjero no significa automáticamente que estés exento de declarar en España. Todo depende de un concepto clave: la residencia fiscal. La Agencia Tributaria considera que una persona es residente fiscal en España si cumple alguna de estas condiciones:
Ha permanecido en territorio español más de 183 días durante el año natural, de forma continuada o no.
Tiene en España el núcleo principal o la base de sus actividades o intereses económicos, directa o indirectamente.
Su pareja e hijos menores dependientes residen en España, salvo prueba en contrario.
Esto significa que puedes estar viviendo fuera unos meses y seguir siendo residente fiscal en España, con la obligación de declarar aquí tus ingresos, incluidos los obtenidos en el extranjero. En cambio, si resides legalmente en otro país y cumples allí con tus obligaciones fiscales, podrías estar exento de presentar la renta en España… aunque esto debe analizarse caso por caso.
En situaciones en las que has residido parte del año en España y otra parte en el extranjero, es posible que tengas que declarar en ambos países. En estos casos, entra en juego la figura de la doble residencia fiscal y los convenios para evitar la doble imposición, que ayudan a evitar pagar impuestos dos veces por los mismos ingresos.
Si eres residente fiscal en España, debes declarar tu renta mundial, es decir, todos los ingresos que hayas generado, sin importar dónde se hayan producido. Esto incluye:
Sueldos cobrados por trabajos realizados en el extranjero.
Ingresos por alquileres, inversiones o actividades económicas fuera de España.
Pagos en especie o beneficios no monetarios obtenidos en otros países.
¿Cuándo y cómo deben declararse?
Los ingresos extranjeros se declaran en la renta anual (modelo 100), como rendimientos del trabajo o del capital, según corresponda. En muchos casos, podrás aplicar la deducción por doble imposición internacional, si el país donde se generó el ingreso ya ha retenido impuestos. Esto evita que pagues dos veces por lo mismo.
Es importante conservar toda la documentación: certificados de retenciones, nóminas, contratos y justificantes de ingresos. La Agencia Tributaria puede requerir pruebas si detecta discrepancias entre tu actividad y lo declarado.
Cada vez más personas trabajan en remoto desde otros países, bien sea durante unos meses, como nómadas digitales, o de forma indefinida. Y aunque este estilo de vida ofrece libertad y flexibilidad, también genera dudas fiscales importantes que no todos tienen en cuenta.
Depende. Si sigues siendo residente fiscal en España (porque no pasas más de 183 días fuera o mantienes aquí tu centro de intereses), deberás declarar tus ingresos, aunque estés trabajando desde el extranjero. Incluso si trabajas desde Bali o Lisboa para una empresa extranjera, tus ingresos tributan en España si legalmente resides aquí.
En cambio, si has cambiado tu residencia fiscal y resides más de 183 días al año en otro país con el que España tiene convenio, podrías dejar de tener que presentar la renta española (aunque debes notificarlo correctamente y, en su caso, tramitar el modelo 030 de cambio de domicilio fiscal).
Si eres residente en otro país, pero trabajas en remoto para una empresa con sede en España, podrías generar una obligación de tributación también en España, especialmente si se considera que el trabajo tiene conexión con la economía española. En estos casos, conviene revisar si se trata de una actividad laboral o si hay que darte de alta como autónomo.
En resumen: el teletrabajo internacional no siempre está exento de impuestos en España, y conviene revisar cada caso individualmente con un asesor para evitar sanciones o declaraciones incompletas.
La doble tributación ocurre cuando un mismo ingreso está sujeto a impuestos en dos países distintos. Afortunadamente, España tiene convenios de doble imposición firmados con muchos países, que permiten evitar este problema legalmente.
Convenios internacionales: la clave para no pagar dos veces
Estos convenios determinan qué país tiene prioridad para gravar determinados tipos de ingresos, y cómo puedes deducir en tu renta española los impuestos ya pagados en el extranjero. Por ejemplo:
Si trabajas en Alemania y tributas allí como residente fiscal, puedes declarar esos ingresos en España y aplicar una deducción por los impuestos ya pagados.
Si cobras dividendos o rentas de alquiler de un país extranjero, el tratado puede limitar el porcentaje que ese país puede retener, y el resto se declara en España con deducción correspondiente.
¿Y si no hay convenio?
En los pocos países con los que España no tiene convenio, el sistema es más complejo y menos ventajoso. Podrías tener que tributar en ambos países, aunque aún así puedes aplicar la deducción por doble imposición internacional general (art. 80 de la Ley del IRPF), limitada a lo que se habría pagado en España.
Ignorar los ingresos obtenidos fuera de España no es una opción segura si eres residente fiscal aquí. Hacienda está cada vez más conectada con otros países a través de convenios de intercambio de información, por lo que los ingresos en el extranjero pueden ser detectados incluso si no los has declarado voluntariamente.
¿Qué consecuencias puede tener?
Sanciones económicas: si no declaras ingresos que deberías haber incluido, puedes enfrentarte a multas del 50% al 150% de la cantidad no pagada, más intereses de demora.
Recargos por presentación fuera de plazo: aunque presentes la declaración más tarde por iniciativa propia, Hacienda aplicará recargos del 1% en adelante, según el tiempo transcurrido.
Pérdida de beneficios fiscales: en muchos casos, declarar a tiempo te permite deducir lo pagado en el extranjero. Si no lo haces, pierdes esa opción.
Trabajar o teletrabajar desde el extranjero abre muchas puertas, pero también plantea obligaciones fiscales que no siempre son intuitivas. Saber si debes declarar en España, cómo evitar pagar dos veces o cuándo aplicar deducciones depende de factores como tu residencia fiscal, el país en el que generas los ingresos y si existe un convenio de doble imposición.
Por eso, contar con asesoramiento profesional no es solo recomendable, sino necesario. Te ayudará a cumplir con la normativa, evitar errores y optimizar tu declaración. Al fin y al cabo, no se trata solo de evitar sanciones: también puedes estar perdiendo oportunidades de deducción o pagando más impuestos de los que te corresponden.
Cuando tu trabajo cruza fronteras, tu declaración también lo hace. Y ahí es donde entra la diferencia entre hacerlo bien… o tener problemas más adelante.
Contáctanos, responderemos a todas tus dudas.